TVR: ¿demasiado bueno o demasiado buenísimo?

Con un informe sobre las favelas, una canción sobre parecidos, un rato de Tino y Gargamuza y mucho, pero mucho, sobre Gran Hermano, TVR volvió a la tele para darme una razón para vivir los sábados a la noche, además de jugar al Buscaminas y mirar a los contactos y no hablarles en el MSN.

La calidad del programa es demasiado increíble como para que los hermosos lectores de este blog puedan entenderlo, si es que este blog tiene lectores además de los que buscan "Griselda en bolas" en el Google y llegan acá. Es el mejor programa de la tevé argentina, lo que es mucho decir cuando se recuerda que lo mido ante productos artísticos como CQC, ShowMatch o Cuestión de peso.

Por otro lado, Tenembaum, el primer invitado, tiene un don para decir verdades gigantes en cinco segundos de comentario. Como todo lo que dijo sobre Sobisch, sobre la honestidad e integridad de Rial y sobre el poder de mis puños. ¿Sabían que puedo atravesar la madera de un golpe? En especial si no está hecha de madera, sino de telgopor. ¡Poder!